Cervezas y gastronomía: otro maridaje perfecto

15 May, 2014

Si nos atenemos estrictamente a la definición del diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (RAE) acerca del maridaje, encontraremos, en su segunda acepción, la unión, analogía o conformidad con que algunas cosas se enlazan o corresponden entre sí. Ni una mención a la gastronomía ni algo específico o exclusivo para el vino. Sin embargo, en estas líneas sí hablaremos de gastronomía. Y de su casamiento perfecto con una cerveza para cada momento, diferente, en el que nos sentamos a la mesa para yantar.

Cada vez con más profusión estamos asistiendo a la apertura de las cartas de caldos y otras bebidas de los restaurantes españoles hacia una variedad cervecera, hacia una apuesta de cervezas de calidad manadas del mimo más artesano en su producción.

 

¿Dónde encontramos el origen de esta tendencia? En el crecimiento, en cuanto a la cuota de mercado, de la demanda de una cerveza elaborada, de la que emanen olores y despierte diversas sensaciones en boca, que suponga una alternativa a los productos vitivinícolas como compañía perfecta –o maridaje- de un buen menú gastronómico. Aquellos acostumbrados a viajar reconocerán el sabor de estas cervezas, o, al menos, cierta similitud, en las procedentes del centro de Europa.

El objetivo perseguido en el maridaje perfecto es sencillo: poder disfrutar, alalimón, de un plato gastronómico y de una bebida sin perder ni un ápice de sabor en la mezcolanza de ambas. Y como es lógico, no todos los alimentos casan con cualquier cerveza ni es recomendable beber ésta con determinados platos.

Por ello, buena parte de las microcervecerías están apostando por la creación de una gama varietal que permita al consumidor adaptar la ingesta de una u otra en función del momento o del plato a degustar. Incluso en el postre.

Y esa es la idiosincrasia que ha seguida Cervezas Arriaca en la consecución de su línea cervecera, con una rubia, una cerveza de trigo y una Doble IPA que atesoran las siguientes fichas de maridaje y que pueden degustarse perfectamente en una cata vertical:

            Arriaca Rubia: cerveza de aperitivo o vermú, ideal para acompañar pescados, ensaladas de verano o platos donde prevalezca la verdura como ingrediente. Igualmente, acompaña a la perfección comidas especiadas y picantes.

            Arriaca de Trigo: para el aperitivo o vermú, en mesa, marida a la perfección con mariscos y quesos de carácter medio/suave y semicurados.

            Arriaca Doble IPA:  casa perfectamente con carnes rojas, asados, caza, guisos contundentes, quesos fuertes y patés.

 

 

Buen apetito…

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